mayo 14, 2011

Primeros pasos para escribir guiones


No es nada fácil el oficio de guionista, como tampoco lo es el del dibujante. Hay que recrear mundos, situaciones y personajes que deben “vivir” antes en la mente del guionista y luego saber trasmitirlo correctamente para que el que lo ilustre sepa por donde ir.
En primer lugar se debe leer todo lo posible. De esa manera absorberán las técnicas con la sintaxis correspondiente que les ayudarán a encarar un guión. Además irán explorando mentalmente situaciones resueltas, maneras de narrar, etc. Lean todo libro que caiga en sus manos. Vean películas y traten de interpretar el guión, descubrir porqué se puso interesante, escuchar con atención los diálogos, los movimientos de cámaras con sus encuadres, luego los usarán para sus propias historias.
Y escuchen todo lo que se habla a su alrededor, la familia, los amigos, los vecinos, la gente en general, tal vez en el futuro algunas de sus expresiones les serán de utilidad.
No se pongan frente a la máquina con la mente en blanco, cuando lo hagan deben tener algo para empezar a escribir, por eso lo mejor es tener un block rayado en donde irán escribiendo situaciones o historias que se les ocurran. No importa si después no las usan. Lo que importa es que estarán escribiendo y así encontrarán el comienzo de una historia . Pueden ser frases aisladas o algo que escucharon en el noticiero que les haya llamado la atención:
Un ejemplo: La policía busca un menor apodado “El Romo”, que a punta de pistola asaltó un kiosco hiriendo a la encargada. Puede ser el tema de un cuento o de una historia. Para eso nos haremos preguntas: ¿Cómo será ese Romo? ¿De qué familia vendrá? ¿Por qué asaltó ese kiosco y por qué le pegó a esa mujer? Pongámonos en el lugar de los hechos y si podemos, leamos más en los diarios o en Internet de donde sacaremos más datos para ir armando una historia.
A partir de esos hechos reales, inventemos más personajes, los que acompañan al Romo, sus familiares, otros de su barrio y les iremos dando una personalidad y forma de hablar a cada uno de ellos.
Tal vez tuvo que ir a robar porque la madre tiene una enfermedad incurable y él no conseguía trabajo ni dinero por su condición social. O quizá lo hizo por los efecto de la pasta base, dinero que debe a un conocido mafioso y tiene que pagar o lo matarán. Y así, sucesivamente iremos agregando datos hasta llegar a conformar una base para escribir una historia coherente con un principio: cuando el Roco roba el kiosko, un intermedio: todo lo que deberemos saber de por qué hizo el robo y un final, si lo apresa la policía o lo mata el mafioso. Ahí está planteado un tema para un guionista. Solo falta ponerse a escribirlo.